domingo, 24 de mayo de 2015

Nos estamos reinventando

Nos estamos reinventando. 
Tu haz vuelto a derramar el ansia de tus uñas desnudas en mi espalda,
mientras mis manos palpitan deseosas en tu entrepierna.
Siento como se hace mía la erección de tu clitoris, como se agiganta, como saliva diestramente entre mis dedos. 
Y me invita, y sabe que nunca como ahora nos estamos reencontrando que hoy es eso que llamamos amor, lo que nos mueve, el que estaba como dormido; aletargado.

Tus psicópatas dedos, me muestran sus garras afiladas encarnándolas en mi piel, en el tuétano mismo de mis huesos, en mi espalda que ahora ya es tuya, en la que has poseído junto con gemidos que suenan a notas musicales. 

Tu cuerpo tiembla, se contrae; tus piernas asfixian mi cadera, tu vientre esta acelerado, tus bellos llenos de humedad. Tus ojos se cierran, se abren, se cierran; no son parpadeos, son destellos de aceptación y a la vez de incomprensión por lo que tu ser está viviendo. 

Lo dicho: nos estamos reinventando.
Ya era hora, no podíamos mentirle más al tiempo. No podíamos seguir traicionando a nuestra sábanas con tanta espera.

Veo como tu mano derecha se llega a mi rostro, nunca como ahora tu caricia me condena; sí, soy un preso de tu aroma, huele a sangre que arrancaste de mi piel y a la miel que se empieza ha derramado por tus piernas. Sabe a sal y sabe a verbena.

Nos estamos reinventando. Y nos seguiremos reinventando.
Yo con mi amor enfermo y tan herido y tu con esa pasión con la que siempre te entregas.

Y seguimos...


                                        WAR.

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